jueves, 8 de febrero de 2024

Palestina libre, a la conquista del Parlamento Europeo

 

Uno de los principales caballos de batalla del Partido para la Justicia y el Desarrollo (AKP) en la consulta electoral celebrada en Turquía en 2002 fue el lema: Islamizar la diáspora. Pero pocos gobernantes europeos tomaron en serio en programa electoral del AKP, tal vez partiendo del supuesto de que los partidos prometen, pero no cumplen. ¡Craso error! En el caso de Turquía, la agrupación islámica liderada por Recep Tayyip Erdogan logró que las promesas se materialicen.

Remusulmanizar Turquía e islamizar la diáspora, rezaba en programa del partido de corte religioso, emanación del Refah (Partido del Bienestar), que no logró sobrevivir a los ataques de los sectores laicos de la sociedad, más propensos a aceptar las estructuras irreligiosas del estado moderno creado por Mustafá Kemal Atatürk en 1923.

Pero con el advenimiento del AKP los datos del problema cambiaron radicalmente. Turquía acabó convirtiéndose en un país musulmán respetuoso de los conceptos básicos del Corán y la nutrida diáspora procedente de Anatolia en el… caballo de Troya del islamismo que – según las agrupaciones democristianas del Viejo Continente – amenaza la convivencia confesional europea.

Recientemente, los grandes rotativos alemanes se hacían eco de un proyecto ideado por Erdogan para aprovechar a la diáspora turca como trampolín para llegar al corazón de Europa. Se trataba de la creación – con miras a las elecciones europeas del próximo mes de junio – de un partido turco-alemán, la Alianza Democrática para la Diversidad y el Despertar (DAVA) llamado a aglutinar los votos de la emigración musulmana residente en la República Federal.

Al grito de alarma del democristiano CDU se sumaron las advertencias de algunos medios de comunicación europeos, que denunciaron la amenaza otomana. Es cierto que la diáspora turca representa de la comunidad musulmana más numerosa de Alemania. De los casi 2 millones de inmigrantes, más de la mitad contempla la posibilidad de echar raíces en suelo germano. También es cierto que las políticas de integración del Estado federal fueron mucho más laxas en el caso de los turcos, que gozaron con numerosas ventajas para la obtención de los permisos de residencia, la nacionalización y la inserción laboral. Actualmente, varios ciudadanos de origen turco ocupan puestos clave en los Gobiernos regionales o en la Administración municipal. Pero no serán ellos quienes movilicen a la diáspora para depositar sus votos para el partido auspiciado por Erdogan. Hay otros actores encargados de mover los hilos.

En febrero de 2022, Erdogan recibió en Ankara a una nutrida delegación de la Unión de Demócratas Internacionales (UID), apéndice de su partido en Europa, a la que instó a crear mecanismos capaces de influir en la política nacional de los países de residencia. Asimismo, hizo hincapié en el hecho de que unidos, ningún Estado, partido u organización europea podrán manipularles, pues se convertirán en una comunidad difícilmente ignorada por las fuerzas políticas del Viejo Continente.

 

Al abordar el tema de una posible injerencia de Ankara en las elecciones europeas, los políticos alemanes hacen caso omiso de otra realidad, mucho más impactante: la reciente creación de un grupo de partidos musulmanes nacionales que se presentará a la consulta de junio con la denominación de Palestina libre. Se trata, según sus promotores, de una herramienta capaz de contrarrestar el impacto de los éxitos electorales de la derecha conservadora.

 

Los integrantes de este grupo son: el Partido Andalusí, la agrupación musulmana holandesa NIDA, la Unión Democrática. de los Musulmanes Franceses (UDMF)el Movimiento Islámico Democrático Italiano (MIID), a los que podrían sumarse otros grupos musulmanes europeos o pertenecientes a la diáspora. En principio, los candidatos que obtengan escaños en el Parlamento Europeo se integrarían en la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica, materializando el proyecto del islamista egipcio Tarik Ramadan, ciudadano suizo y nieto de Hassan al Banna, fundador de la cofradía de los Hermanos Musulmanes.

 

Curiosamente, nadie menciona en los medios europeos la existencia de la agrupación Palestina libre.

 

Entre los objetivos prioritarios de la recién creada agrupación figuran: la libertad de movimiento de los inmigrantes en suelo europeo, integración multicultural, la lucha contra la islamofobia. Se trata de Temas prioritarios, que figuraban también en los programas de los partidos socialistas y ecologistas alemanes o de las centrales sindicales germanas.

 

¿Caballos de Troya?  La Unión Democrática. de los Musulmanes Franceses (UDMF) asegura que no tiene intención de islamizar Francia; el Partido Andalusí quiso enfatizar que el hecho de enseñar árabe a los niños no debe considerarse de ninguna manera como proselitismo, ya que resta importancia al factor religioso. El Movimiento Islámico Democrático Italiano (MIID), quiere centrar su campaña en el combate contra la política antimusulana del Gobierno de Giorgia Meloni.

¿Y Palestina? Nosotros contemplamos la creación de un nuevo Estado, donde dentro de 100 o 200 años los cristianos, musulmanes y judíos vivirían pacíficamente, señala Driss Mohamed Amar, líder del partido islámico-humanista español.

De momento, la próxima cita de Palestina libre es… con las elecciones europeas del mes de junio.