Los Estados Unidos quieren instalar una nueva base militar en Rumanía. Esta vez, en el canal de Chilia (Kilia) del delta del Danubio, para controlar directamente la región de Odessa, los distritos ucranios de Ismail y Cahul, así como el disputado territorio secesionista moldavo de Transnistria, que alberga un gigantesco arsenal ruso con más de 20.000 toneladas de municiones, amén de numerosas piezas de artillería pesada. Para la materialización del proyecto, los estadounidenses necesitan controlar el canal Bîstroe, navegable para fragatas de las fuerzas navales norteamericanas y escenario de las últimas maniobras de la OTAN, celebradas en octubre de 2022.
La nueva base – la cuarta creada
en Rumanía desde 2016, fecha de la llegada del primer contingente de militares americanos
trasladados a Europa oriental desde Alemania
- hará tándem con el campo de aviación de Kogălniceanu, que ocupó
las instalaciones de antiguo aeropuerto civil de Constanța. Contaría, según fuentes
norteamericanas, con armamento de última generación, incluidos artefactos nucleares.
Las instalaciones, situadas a pocos metros de la frontera con Ucrania, abrirían
una segunda puerta de acceso de la OTAN al teatro del conflicto.
La noticia, trasmitida a mediados
de febrero por Radio Europa Libre, emisora financiada por el Congreso de
los Estados Unidos, causó cierto estupor en Rumanía. Estupor y malestar; las
autoridades de Bucarest no informaron a la opinión pública sobre los planes del
socio estratégico estadounidense. Más aun; mientras el Senado de los
Estados Unidos tuvo conocimiento del proyecto de Ley de Seguridad del Mar
Negro presentado el verano pasado por un grupo de legisladores demócratas y
republicano - y aprobado en diciembre pasado por los miembros del Comité de
Relaciones Exteriores de la Cámara Alta, la Presidencia de Rumanía logró silenciar
la noticia y eludir el habitual debate parlamentario.
¿Alguien ha informado a los
rumanos sobre este plan? ¿Alguien les ha preguntado si querían una base militar
en el delta del Danubio? ¿Vota el Congreso de los Estados Unidos a favor de un
proyecto militar que concierne directamente a Rumania y al Delta del Danubio,
una reserva de la biosfera protegida por la UNESCO, pero no el Parlamento
rumano?
Ya no nos molestamos siquiera en
preguntar si hubo negociaciones bilaterales. Sabido es que Rumania no negocia;
Rumania lo entrega todo gratis... este negocio, que huele muy mal, es de
importancia estratégica para Estados Unidos, escribe la prensa rumana.
Pocas horas después del ataque de
rabia de nuestros colegas bucarestinos, empezaron a aflorar – muy a cuentagotas
- las primeras noticias. Aparentemente, la Ley de Seguridad del Mar Negro
hace hincapié en la necesidad de una presencia marítima estable y rotatoria
de la OTAN en la zona.
Uno de los escollos es la postura
de Turquía, que no está dispuesta a aceptar la adaptación a las realidades
actuales de la Convención de Montreux sobre el paso de los estrechos, aprobada
en 1936, que limita el acceso al Mar Negro de barcos de guerra que no pertenecientes
a los estados ribereños. Turquía, depositaria y garante del Tratado, controla
el acceso a la región a través de los estrechos del Bósforo y los Dardanelos.
Un análisis publicado en octubre del
pasado año por el Instituto de Oriente Medio de Washington, aboga por
soluciones para eludir el estricto marco de la Convención. Si el Convenio de
Montreux no puede ser anulado o modificado, una flota de la OTAN podría operar
bajo pabellón rumano, sugieren los autores del informe, recordando que la
instalación de la cuarta base requeriría una inversión de Estados Unidos -y
contribuciones de sus aliados- en la creación de una flota pequeña y
flexible del Mar Negro, con componentes de defensa y vigilancia aérea.
Curiosamente, o tal vez sea este
el encanto de la nueva o reformada Realpolitik, la difusión de la
noticia sobre los nuevos planes estratégicos del Pentágono y el Departamento de
Estado coincide con la llegada a Bucarest de la nueva embajadora de Estados
Unidos en Rumanía, Kathleen Kavalec, quien no tardó en presentar sus las cartas
credenciales al presidente Klaus Iohannis.
Jaque a la mayor reserva de la biosfera de Europa del Este.
¿Jaque y… mate?