El conflicto de Ucrania nos ha acostumbrado a recibir cuantiosa
información sobre el suministro de armas a las autoridades de Kiev procedente
de la Casa Blanca, el Pentágono, la Unión Europea o los socios de la Alianza
Atlántica. En cuanto a Rusia se refiere, había que limitarse a las filtraciones
de los servicios de inteligencia británicos y estadounidenses, únicas
fuentes autorizadas para informar a los ciudadanos del Mundo Libre. ¿Ventaja
o desventaja? Usted lo habrá comprobado, estimado lector.
A las mal llamadas fuentes de información autorizadas
que nos deleitan con sus inacabables hilos de noticias se ha sumado en
las últimas horas otro heraldo autorizado: el Mossad o, si se prefiere, el
todopoderoso servicio de espionaje israelí.
El Mossad siempre ha pecado por su discreción.
Nadie podía imaginar que su actual director, David Barnea, iba a protagonizar
una rueda de prensa y, menos aún, que su foto – la foto del personaje más
misterioso de la jerarquía estatal israelí – iba a publicarse en los periódicos
de Tel Aviv y Nueva York.
Pero las cosas cambian: David Barnea apareció el
pasado jueves ayer ante las cámaras de televisión para hablarnos sin tapujos
del armamento de última generación entregado por la República Islámica de Irán
a la beligerante Rusia. El jefe del Mossad manifestó que el Estado Judío dispone
de informes de inteligencia relativos a los planes de Teherán de ampliar y
diversificar los envíos de tecnología militar sofisticada a Rusia. Y
puntualizó: se trata de armas destinadas a la guerra de Ucrania, información
que Israel había compartido con sus aliados. Aunque fuentes militares hebreas
aseguran que Irán podría suministrar misiles balísticos a Rusia, Barnea se negó
a facilitar detalles sobre los envíos.
El gobierno de Teherán admitió haber enviado drones a
Rusia, pero hizo hincapié en el hecho de que los suministros se hicieron antes
del inicio del operativo bélico de Ucrania. Sin embargo, las altas instancias estadounidenses
tienen constancia de transferencias más recientes.
El director del Mossad confirma la versión de
Washington: los informes de los agentes hebreos revelan que
se enviaron drones después de que comenzó la guerra. Hemos arrojado luz con
respecto a la fecha en que Irán suministró las armas a Rusia,
independientemente de las mentiras iraníes al respecto, manifestó el jefe
del espionaje israelí.
Teherán
y Moscú no comentaron las revelaciones de Barnea. Detalle interesante: pocas
horas después de la rueda de prensa del jefe del Mossad, el presidente ruso,
Vladimir Putin, llamó al primer ministro israelí, Benjamín
Netanyahu, para felicitarlo por la formación de su nuevo gobierno. Según
la oficina del portavoz del primer ministro de Israel, los dos estadistas
abordaron el tema de… Ucrania.
Conviene
señalar que, en las últimas semanas, Israel fue muy cauteloso al sopesar los
envíos de armas iraníes a Rusia. De hecho, procuró eludir el tema para evitar
tensiones con Moscú. ¿La contrapartida? El permiso tácito del Kremlin de actuar
contra la inquietante presencia iraní en Siria.
Los funcionarios israelíes esperan
utilizar el nuevo enfoque estratégico relativo a la cooperación militar entre
Irán y Rusia para aumentar la presión internacional sobre Teherán. Recordemos
que Tel Aviv no descarta la posibilidad de una intervención armada contra las instalaciones
nucleares del país de los ayatolas. Hasta ahora, Israel tropezaba con el veto
de Washington. Pero sí: las cosas cambian…
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