La cumbre de la Unión Europea
dedicada a la salida del Reino Unido de la Unión (Brexit), celebrada esta
semana en Bruselas, finalizó con más interrogantes que respuestas. En efecto,
todos y cada uno de los 27 Estados miembros defendieron su respectiva postura,
sus intereses, haciendo hincapié en una común prioridad: el estatuto de los
ciudadanos comunitarios residentes en las islas británicas. Un frente común,
que preocupa a los políticos londinenses, conscientes del escaso margen de
maniobra de la Primera Ministra Theresa May, derrotada en las últimas
elecciones celebradas en Gran Bretaña.
Aseguran los líderes
europeos que la Primera Ministra británica no está en condiciones de dedicar
mucho tiempo a las negociaciones con los 27. La debilidad de su Gobierno le
obligará a ceder ante las exigencias comunitarias.
Brexit: ¿quién gana? ¿Quién
pierde?
Para contestar a esas
preguntas, hemos decidido ofrecer a continuación un rápido repaso a las
posiciones de los socios comunitarios.
Alemania.
Cree
que los ingleses tendrán que contentarse con “menos”. Es preciso alcanzar un
acuerdo global, descartando las negociaciones bilaterales en los sectores de la
fabricación de coches, la banca y/o la industria.
Austria.
Los
británicos no deben recibir “comidas gratis” durante la negociación. En
resumidas cuentas, que no salgan aventajados tras la salida de la Unión Europea.
Bélgica.
Aboga
por el mantenimiento de relaciones
estrechas con Londres. Asimismo, advierte ante el peligro que suponen las
negociaciones bilaterales. No hay que ceder ante la tentación de celebrar
consultas bilaterales. Promueve la introducción de niveles de integración
mayor, incluso de una Unión a varias velocidades, con tal de reducir las
posibles perturbaciones en el comercio con Gran Bretaña.
Bulgaria.
Mantener
las ayudas comunitarias tras la salida de los ingleses.
Croacia.
Garantizar la libertad de movimiento de sus
ciudadanos residentes en Gran Bretaña. Insiste en que no se conceda acceso al
mercado único si Londres no respeta las libertades fundamentales de la UE.
Chipre.
Preservar
los derechos de sus ciudadanos que viven y trabajan en las bases militares
británicas que operan en la isla, que mantendrán la soberanía inglesa.
Chequia.
Partidaria
de mantener las relaciones económicas actuales y oponerse a la introducción de
obstáculos arancelarios y no arancelarios.
Dinamarca.
Proteger
el estatuto de sus exportaciones agrícolas y energéticas hacia el Reino Unido,
los derechos de pesca en aguas inglesas y la retirada de Londres de la Agencia
Europea para Medicamentos.
Eslovaquia.
Evitar
la aparición de “ciudadanos de segunda” en el Reino Unido.
Eslovenia.
Que
la retirada no tenga impacto negativo sobre el presupuesto de la Unión.
España.
Defender
los derechos de los españoles residentes en Gran Bretaña, el mantenimiento de
los flujos comerciales, turísticos e inversiones. Negociar la soberanía de Gibraltar.
Estonia.
Mantener
buenas y estrechas relaciones con Londres. Buscar nuevas vías de cooperación (inclusive
en materia de defensa) después de la retirada británica.
Finlandia.
Prioridad
absoluta a la adopción de una postura unitaria de los 27 durante el periodo de
negociación. Preservar el equilibrio de fuerzas tras la retirada del Reino
Unido.
Francia.
Los
británicos no tienen que esperar favores tras la retirada. Garantizar los
derechos de los ciudadanos franceses residentes en Gran Bretaña y los derechos
de pesca.
Grecia.
Principal
preocupación: la exportación de sus productos
agrícolas. Mantenimiento de los derechos de los ciudadanos griegos – empleados
y estudiantes – seguridad social, tasas universitarias, etc.
Hungría.
Mantener,
en la medida de lo posible, los niveles de los intercambios comerciales.
Estudiar un posible estatuto privilegiado para los intercambios.
Irlanda.
Aboga
en pro de unas relaciones estrechas con Inglaterra, de fronteras abiertas entre
Eire e Irlanda del Norte. Favorecer el
acceso del Reino Unido al mercado único. Insiste en la necesidad de que Londres
facilite la libre circulación de los ciudadanos europeos.
Italia.
Defiende
de los derechos de los ciudadanos italianos residentes en el Reino Unido
Letonia.
Hace
hincapié en los derechos de sus residentes en el Reino Unido, la seguridad y la
defensa. Quiere que Inglaterra siga participando, después del Brexit, en la
política europea de seguridad.
Lituania.
Prioridad
a los derechos de sus ciudadanos, el mantenimiento de las relaciones comerciales,
la contribución inglesa a los programas que seguirán después del Brexit.
Luxemburgo.
Mantener y estrechar los lazos con la City de Londres. Acoger la Autoridad
Bancaria Europea.
Malta.
Desea
un acuerdo “bueno y correcto”.
Países
Bajos. Proteger los intereses comerciales y las acciones de
seguridad. Limitar los daños para las partes.
Polonia. Defiende
los derechos del millón de residentes en Gran Bretaña. Siendo Polonia uno de
los mayores beneficiarios de los fondos de desarrollo, estima necesario impedir
la reducción de éstos tras la retirada del Reino Unido.
Portugal.
Prioridad
a los derechos de sus ciudadanos, deseo de convertirse en la sede de la Agencia
Europea del Medicamento.
Rumanía.
Defiende
los derechos de sus residentes. Exige una colaboración estrecha con Londres
Suecia.
Cree
que la retirada inglesa no debería implicar un aumento del presupuesto de los 27.
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